La criminalística es un subcampo de la ciencia forense que involucra el análisis e interpretación de evidencia física en investigaciones criminales. El objetivo de la criminalística es analizar científicamente las pruebas físicas, como el ADN, las huellas dactilares y las pruebas de seguimiento, a fin de identificar a los sospechosos y proporcionar pruebas en los tribunales.

La criminalística involucra una variedad de disciplinas científicas, como la biología, la química, la física y las matemáticas. También implica la aplicación de tecnologías avanzadas, como análisis de ADN, huellas dactilares y balística.

La criminalística es un componente fundamental de muchas investigaciones criminales, ya que proporciona pruebas objetivas y científicas que pueden utilizarse para identificar sospechosos y resolver delitos. También juega un papel en garantizar que el sistema de justicia penal funcione de manera justa y eficaz al proporcionar pruebas que sean admisibles en los tribunales.

En general, la criminalística es un campo importante que combina la experiencia científica con el compromiso de hacer cumplir la ley y proteger los derechos de las personas.

Para aprender la criminalística, aplicamos estrategias como líneas de tiempo, mapas conceptuales y resúmenes. En el siglo XIX, fotografía e impresiones dactilares permitieron una identificación identificación precisa. Serología y pruebas de sangre surgieron posteriormente.  

En los años 1920s, la química, biología y medicina se aplicaron a investigaciones criminales. FBI creó laboratorios en 1930s y nuevas técnicas: espectrografía, fibras, cabellos. Cromatografía y electroforesis analizaron sustancias en 1970s; escáneres 3D recrearon escenas del crimen.

En 1980s, ADN revolucionó identificación humana. Bases de datos en los 90s. Biométrica, química avanzada, entomología forense, voz y sistemas expertos se usan hoy.

Repaso líneas de tiempo y mapas conceptuales, hacer resúmenes y enfocarse en las tendencias y eventos clave de cualquier caso criminal. Aplicar las técnicas mnemónicas, relacionar conceptos nuevos con conocidos. Resumir y relacionar material digital hará más fácil aprender la criminalística. Su historia muestra cómo resolver crímenes ha avanzado, lento pero constante, especialmente en los últimos 200 años.

Aprender sobre cómo la ciencia y tecnología han sido aplicadas a la justicia y seguridad social ayuda a entender cómo los avances científicos pueden mejorar el mundo y hacer nuestras vidas más seguras. Me motiva aprender cómo la criminalística ha contribuido a esto.

La psicología aplicada a la criminalística se refiere al uso de principios y técnicas psicológicas en las investigaciones criminales. Esto incluye el estudio del comportamiento humano, la motivación y los procesos mentales para comprender mejor las acciones de los delincuentes y sus víctimas.

Los psicólogos forenses pueden participar en investigaciones criminales de diversas maneras, como realizar evaluaciones psicológicas de sospechosos, brindar testimonio experto en los tribunales y ayudar a los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley a identificar y detener a los delincuentes.

La psicología aplicada a la criminalística también se puede utilizar para informar el desarrollo de políticas y prácticas destinadas a reducir el crimen y prevenir la reincidencia. Por ejemplo, la investigación psicológica se puede utilizar para identificar los factores de riesgo del comportamiento delictivo y desarrollar intervenciones destinadas a reducir esos riesgos.

En general, la psicología aplicada a la criminalística juega un papel importante en la comprensión del comportamiento humano detrás de los actos delictivos y en el desarrollo de estrategias efectivas para prevenir y resolver los delitos.

Desde tiempos antiguos, los humanos han aplicado métodos forenses rudimentarios. En la antigua China se usaba la escritura para identificar sospechosos. En el antiguo Egipto, se analizaban heridas y toxinas. Los romanos comparaban huellas dactilares. 

En el siglo XIX, nuevas técnicas como fotografía y huellas dactilares permitieron identificaciones precisas. Surgió la serología y pruebas de sangre. En los 1920s, técnicas forenses aplicaron química, biología y medicina a investigaciones criminales. 

El FBI estableció laboratorios forenses en los 1930s. Se desarrollaron técnicas en espectrografía, toxicología, fibras, cabellos. La cromatografía y electroforesis analizaron sustancias en los 1970s. Los escáneres 3D recrearon escenas del crimen. 

En los 1980s, el ADN revolucionó la identificación humana. Bases de datos genéticos y dactilares surgieron en los 1990s. Hoy técnicas incluyen biométrica, química avanzada, entomología forense, voz y sistemas expertos.

La criminalística ha resuelto crímenes antes irresolubles. Sus avances han sido lentos pero constantes, con grandes cambios en los últimos 200 años..

El derecho aplicado a la criminalística se refiere al marco legal que rige el uso de la ciencia forense en las investigaciones criminales. Esto incluye leyes relacionadas con la admisibilidad de pruebas forenses en los tribunales, las consideraciones éticas del análisis forense y el uso de nuevas tecnologías en las investigaciones forenses.

Es probable que la ley aplicada a la criminalística sea aún más compleja y dinámica, a medida que surgen nuevas tecnologías y avances científicos. Esto puede incluir nuevos estándares legales para el uso de inteligencia artificial y algoritmos de aprendizaje automático en análisis forense, así como nuevas regulaciones para el uso de nanotecnología y otros materiales avanzados en investigaciones forenses.

La ley aplicada a la criminalística también desempeña un papel fundamental para garantizar que las pruebas forenses sean admisibles en los tribunales y que se protejan los derechos de los acusados. Esto incluye el requisito de que los analistas forenses mantengan la objetividad y la imparcialidad, así como la necesidad de transparencia y rendición de cuentas en el uso de la ciencia forense.

Las técnicas de investigación juegan un papel fundamental en la criminología, ya que son esenciales para el proceso de identificación y captura de sospechosos, recopilación de pruebas y resolución de delitos. Las técnicas de investigación implican una variedad de métodos y herramientas, como entrevistar a testigos, realizar vigilancia y recopilar y analizar pruebas físicas.

Los investigadores deben tener sólidas habilidades analíticas y de pensamiento crítico, así como la capacidad de trabajar bien bajo presión y tomar decisiones rápidas en situaciones que cambian rápidamente.

Las técnicas de investigación también están íntimamente ligadas al uso de la tecnología en la criminología. Las tecnologías avanzadas, como el análisis de ADN, las huellas dactilares y la balística, han mejorado enormemente nuestra capacidad para analizar pruebas físicas e identificar sospechosos. Los investigadores deben poder mantenerse actualizados con los últimos avances tecnológicos para poder llevar a cabo su trabajo de manera efectiva.